domingo, 25 de noviembre de 2012

EL IMPERIALISMO: EL IMPERIO BRITÁNICO

    El Imperio británico fue uno de los más grandes de la historia y el mayor de la época. Desde finales del siglo XVIII, el Reino Unido había empezado a formar un imperio colonial que amplió y consolidó durante todo el siglo XIX y principios del XX. 
   El principal interés de Inglaterra se centró en la India, que la conquista en 1773 por medio de la Compañía de las Indias Orientales. Se convierte en una colonia de explotación que suministra a la metrópoli, algodón, yute, trigo, té, aceites y algunos minerales, productos básicos para la industria británica.
    En Asia, además de la India, domina los territorios de Pakistán, Ceilán, Birmania, Malasia y Borneo, además de algunos enclaves en China.
     En África controlará Egipto y el canal de Suez. En 1882 penetra en el interior de Egipto hacia el sur, por el Sudán, en un intento de unir Egipto con El Cabo. Desde El Cabo penetra hacia el norte por Rhodesia y Nigeria. Una expansión en la que tropezará con los bóers, unos esclavistas holandeses que se habían establecido en el interior en el siglo XVII, y con los que mantendrá una cruenta guerra.


     En Oceanía posee las colonias de Australia y Nueva Zelanda, y algunos archipiélagos del Pacífico. Australia fue utilizada como prisión durante gran tiempo por los ingleses.
     En América controla Canadá, Honduras, Jamaica, la Guayana, las Malvinas, Belice y múltiples pequeñas islas. 

     También en el Mediterráneo tiene colonias Inglaterra. Controla plazas estratégicas como Malta, Chipre o Gibraltar.
    En 1815 concede el derecho de autogobierno a las colonias donde hubiese población británica. De esta manera exportará sus instituciones por todo el mundo. En 1872 Gran Bretaña concedía, a todas las colonias que tuvieran un número suficiente de europeos, y que fueran autosuficientes, un gobierno casi independiente. Pero casi la mitad del imperio quedó fuera del proyecto, con el argumento de que los no europeos no estaban preparados para desarrollar un sistema parlamentario y unas instituciones semejantes a las británicas. Nace, así, la Commonwealth, que establece un equilibrio entre la autoridad imperial y la autonomía colonial. Sin embargo, esta autonomía es limitada ya que sólo podían hacer leyes que afectasen a su territorio. No podían establecer tratados comerciales ni declarar la paz ni la guerra. Hacia 1900, a pesar de todo, las colonias cada vez eran más independientes y existían asociaciones de colonias británicas.


EL IMPERIALISMO BRITÁNICO. VIDEO (6,11 minutos) 



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