lunes, 20 de mayo de 2013

LA MÚSICA QUE GUSTABA A HITLER

    En el verano del año 2007, una curiosa noticia surgió en los periódicos: Había sido desvelada la discoteca de Hitler. Se sabía positivamente que al dictador le apasionaba la música clásica, pero la concreción de este hecho resultó sorprendente. Resulta que el oficial de la inteligencia militar soviética que inspeccionó el búnker donde murió Hitler, llamado Lew Besymenski, encontró allí diferentes objetos personales del führer, y entre ellos, su colección privada de discos. Una colección que conservó durante todos estos años y que se hizo pública después de su muerte, precisamente en el 2007 y fue su hija la que, en un artículo a la revista alemana Der Spiegel , desveló en qué consistía este curioso hallazgo. La lista era sorprendente: además de Wagner o Strauss, había un cierto número de compositores rusos que llaman la atención como Tchaikovsky, Borodin o Mussorgsky, lo que demuestra que, al menos en la intimidad, Hitler no sólo escuchaba música alemana. Sus gustos eran variados y lo que hoy escucharemos es una selección de algunos de esos discos de la discoteca personal de Adolf Hitler, una discoteca en la que, como es lógico, existía un lugar de honor reservado a Richard Wagner. Y es que la relación de Hitler con la familia de Wagner (téngase en cuenta que Wagner y Hitler no se conocieron pues el maestro había muerto en 1883, antes de que Hitlet naciera, 1889) fue muy estrecha: desde sus comienzos como político en los años 20, frecuentó a los Wagner y asistió todos los años a Bayreuth, donde parece ser que se encontraba como en casa. Los Wagner también se encontraron cómodos con Hitler al que apoyaron desde el comienzo de su carrera política. Además, como es sabido, los héroes de Wagner fueron un ejemplo para Hitler y para los propagandistas del régimen nazi, especialmente Parsifal. Una de las obras más relacionadas con Hitler y de la que se encontró un ejemplar en el búnker donde murió es el Holandés Errante.
    Sin embargo, lo más sorprendente se encontró en una grabación del concierto de Tchaikovsky realizado en 1928 con la orquesta Staatskapelle de Berlín, que incluía un tema interpretado por el violinista polaco de origen judío Bronislaw Huberman, quien debió abandonar Europa tras la invasión nazi a comienzos de la Segunda Guerra Mundial.

MÚSICA:

 1.- Historia y Música: La música que gustaba a Hitler. RNE. (59,39 min)



 Piezas musicales recogidas en el audio:

- WAGNER: El holandés errante o el buque fantasma. Obertura. Orquesta Sinfónica de ChicagoDaniel Barenboim. 
- MUSSORGSKY : Boris Godunov. Acto 4 despedida, oración y muerte de Boris. Tomasz Slawinski ( Bajo). Orquesta Sinfonica De La RTV Española. Adrian Leaper. 
- TCHAIKOVSKY: Concierto para violín y orquesta en re mayor op. 35 (1878) . M ov. 2 Canzonetta: Andante (06'29"). Vadim Gluzman ( Violín). Orquesta Filarmonica De Bergen. Andrew Litton. 
- BORODIN: El principe Igor Acto 2: danzas polovtsianas . (11'34"). Orquesta Sinfónica De La Academia Estatal Rusa De Voronezh. Ramón Torre Lledo.
- LEHAR: La viuda alegre. Acto 1, aria del conde Danilo Danilowitsch 'O vaterland... da geh' ich zu Maxim...' Plácido Domingo ( Tenor) (Conde Danilo Danilowitsch). Orquesta De Cámara Inglesa. Julius Rudel. 
- WAGNER : Lohengrin . Preludio del acto 3 y coro nupcial. Coro De La Opera Del Estado De Berlín. Staatskapelle Berlín. Daniel Barenboim. 

IMÁGENES:


 














Hitler en el jardín de la casa de los Wagner en Bayreuth, 1938.

                                                                                      




















Hitler ataviado como Lohengrin, el caballero del cisne.
Lohengrin era la ópera favorita de Hitler.

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