sábado, 28 de enero de 2017

VIDEOJUEGOS Y PRIMERA GUERRA MUNDIAL: BATTLEFIELD 1. GUERRA DE TRINCHERAS.

    Los videojuegos no son sólo entretenimiento, muchos traen consigo una contextualización histórica muy cercana a la realidad. Además, añaden motivación y atención, con lo que los niños pueden aprender jugando. Del mismo modo, reducen el estrés, potencian la creatividad, etc.

    En esta entrada del blog vamos a mencionar uno de estos videojuegos, Battlefield 1, un juego hiperrealista basado en la Primera Guerra Mundial (Otros videojuegos de la Gran Guerra los podemos consultar en el siguiente enlace).


    Como he tenido la oportunidad de comprobar en clase, puede ser motivador proyectarle a nuestro alumnado un breve fragmento de este juego donde se recrea, entre otros acontecimientos, la famosa batalla de Verdún (1916), una de las más sangrientas de la Gran Guerra junto a la del Somme.
     En las escenas seleccionadas se puede observar de una manera muy realista y con todo lujo de detalles, cómo se desarrolló la guerra de posiciones (1914-1916). Se recrean perfectamente los cientos de kilómetros de trincheras que surcaron los campos de batalla; se combate en la famosa “tierra de nadie”, un territorio hostil del que era difícil salir vivo; se contemplan con gran realismo las armas empleadas en la guerra (ametralladoras, tanques, dirigibles, gas mostaza, morteros, lanzallamas, primeros aviones de guerra, etc.).

    Además, podemos vivir otras historias de la guerra con este juego:
-          Nos pondremos en la piel de un piloto británico recién llegado al frente.
-          Podremos vivir una historia ambientada en el desierto desempeñando el rol de  una beduina en las fuerzas de Lawrence de Arabia. Junto a él tendremos que acabar con un poderoso tren acorazado de los otomanos, que amenaza el éxito de la revolución árabe contra el Imperio Otomano.
-          Pilotaremos también un tanque británico Mark V en Cambrai, Francia (1918).



-          Entraremos en las fuerzas especiales italianas de combate (Arditi) en los Alpes italianos contra el Imperio Austrohúngaro. Ver un fragmento del siguiente vídeo. 
-          O podremos ser un soldado australiano en la batalla de Galípoli, un desastre para los Aliados. 


VIDEOS:
1.- Trailer de lanzamiento del videojuego:
2.- German Trench Assault. Battlefield 1: Es recomendable ver un fragmento de este video pues recrea de una manera muy realista el asalto a una trinchera, las armas empleadas en la guerra, las sensaciones de los soldados (estrés, miedo, etc.), los sonidos de la guerra...
 

3.- Trench Warfare British Defense: Otro vídeo donde se puede contemplar de una manera muy realista la guerra de trincheras. Sonidos del combate, empleo de las ametralladoras, protagonismo de nuevas armas como el tanque o el zeppelin, configuración muy realista de una trinchera -alambradas, sacos terreros, parapetos metálicos-, etc., son aspectos que se puede trabajar una vez contemplado el vídeo.

miércoles, 18 de enero de 2017

FASES DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)


La Primera Guerra Mundial atravesó cuatro fases (resumen): 

  • La guerra de movimientos (1914). Alemania optó por la guerra relámpago en el oeste para anular a Francia y concentrarse después en el frente oriental, penetrando en Rusia. Pero esta estrategia falló por la rápida incorporación de Inglaterra a la guerra y por la resistencia francesa en el Marne, muy cerca de París.
  • La guerra de posiciones. A partir de septiembre de 1914 los frentes se estabilizaron y la guerra adoptó una táctica defensiva mediante trincheras. Se sucedieron batallas sangrientas, como las de Verdún y Somme en 1916, pero ningún bando logró avanzar.
  • El año 1917. Fue un año crucial. La revolución supuso la retirada de Rusia del conflicto. Sin embargo, el factor más decisivo fue la entrada de Estados Unidos en la guerra a favor de las potencias aliadas, que proporcionó importantes recursos materiales y humanos.
  • El fin de la guerra. Los alemanes firmaron con Rusia el Tratado de Brest-Litovsk (1918), lo que les permitió trasladar sus tropas al oeste. Como respuesta, los aliados organizaron una ofensiva en todos los frentes, en la que se utilizaron carros de combate y aviación. Los imperios centrales no pudieron resistir y se rindieron: primero Turquía, después Austria y finalmente Alemania, tras la abdicación del káiser Guillermo II. El 11 de noviembre de 1918 se firmó el armisticio en Rethondes. La guerra había terminado.

Fuentes: Profesor Juanjo Romero (esquemas) y www.kalipedia.com (resumen de las fases)

domingo, 15 de enero de 2017

LOS CONFLICTOS COLONIALES: EL INCIDENTE DE FACHODA (1898).

     A pesar de que entre 1871 y 1914 las relaciones internacionales vivieron unos momentos de relativa calma, sin embargo, sí surgieron conflictos a causa de las rivalidades imperialistas entre Francia e Inglaterra.
     El escenario más destacado de las tensiones o conflictos coloniales fue África y el motivo principal fue el de frenar que se crearan imperios continuos. Esto causó importantes crisis, como la luso-británica (1890), que impidió la unión de Angola y Mozambique en beneficio de Inglaterra, que creó las colonias de Zambia y Rodesia mediante la actuación de Cecil Rhodes: o el más conocido incidente de Fachoda (1898), en el que Francia e Inglaterra se enfrentaron para controlar el Alto Nilo, que finalmente pasó a ser controlado por el imperio británico.

El Incidente de Fachoda es el nombre con el que se conocen los episodios que tuvieron lugar en 1898 cuando Francia y Reino Unido deciden construir sendas líneas de comunicaciones destinadas a conectar sus respectivas colonias africanas de manera ininterrumpida. Francia ansiaba conectar sus colonias por una línea terrestre continua a lo largo de África del Norte, cruzando el Desierto del Sahara y uniendo el puerto de Yibuti (posesión de Francia a orillas del Océano Índico) con los puertos de Brazaville y Duala, posesiones francesas a orillas del Océano Atlántico. Por su parte, Gran Bretaña deseaba realizar el proyecto de Cecil Rhodes y construir una línea contínua de posesiones coloniales británicas desde Egipto hasta Sudáfrica, o "De El Cabo hasta El Cairo" (From Cape to Cairo) como se comentaba en los círculos británicos más expansionistas.
    La pequeña ciudad de Fachoda, a orillas del Nilo en el actual, situada en la intersección de las dos líneas, se convierte en el escenario de la confrontación.
    La situación bélica en el plano naval era favorable por completo para Gran Bretaña, que contaba con la marina de guerra mejor armada del mundo mientras la flota de guerra francesa tenía una deficiente organización y una menor potencia en sus barcos. Ciertamente el ejército francés era entonces más numeroso y mejor armado que el británico, pero este factor era de escasa importancia en caso de una guerra colonial lejos de la metrópoli, donde era indispensable contar con gran apoyo naval.
     La superioridad naval británica fue considerada por los políticos franceses como un elemento disuasivo muy importante, lo cual generó que el gobierno francés ordenase a sus tropas la retirada el 3 de noviembre de 1898, dando fin al incidente. Además, el Caso Dreyfús generaba más pasiones políticas en la prensa de Francia que una lejana pugna contra los británicos en Sudán; junto con ello, diversos políticos franceses como el ministro de asuntos exteriores Theopilé Delcassé , habían considerado que para los intereses de Francia era más conveniente contar con apoyo de Gran Bretaña en caso de guerra con Alemania, y no deseaban dañar una posible alianza sólo por causa de un remoto rincón de África donde Francia había llegado demasiado tarde.
    Algunos historiadores consideran que la solución de este incidente y el aumento de la influencia de Alemania en la zona fueron los precursores de la firma de la Entente Cordiale (1904), en virtud de la cual Francia reconocía el dominio británico en Egipto (la cuenca del Nilo) a cambio de actuar libremente en Marruecos y un condominio anglo-egipcio sobre el Sudán.


EXPEDICIONES DE EXPLORACIÓN A ÁFRICA (S.XVIII-XIX).


    En el siglo XIX todavía quedaba mundo por descubrir y mapas por hacer. Sin embargo, en la segunda mitad de dicha centuria, exploradores europeos, impulsados por las Sociedades Geográficas, van a participar en numerosas expediciones que van a descubir territorios hasta entonces desconocidos.
    En el caso del continente africano, los europeos, a mediados del XIX, recorrieron el interior de África, hasta el momento descocida, allanando así el camino de la conquista y la colonización del continente.   
     Entre los exploradores más conocidos están Livingstone (1840-1873) y Stanley (1871-1877). La exploración de África va a recibir un gran impulso con David Livingstone, un misionero escocés, nacido en 1813, que se convirtió en explorador cuando intentaba ayudar y educar a las tribus africanas. 
    En 1849, Livingstone se unió a una expedición: descubrió así el lago Ngami y en 1853 remontó el río Zambeze.
    Tras marchas extenuantes se encontró ante unas grandiosas cataratas, a las que llamó Victoria en honor de la reina. En 1860 remontó el curso del Zambeze hasta donde el río dejaba de ser navegable, desde allí se dirigió al norte hasta alcanzar el gran lago Niassa.
    Entre noviembre de 1853 y mayo de 1856 completó uno de los viajes más asombrosos que haya realizado un ser humano. Atravesó África de costa a costa. Más de seis mil kilómetros de territorio inexplorado, sin medios de transporte, sin caminos, telégrafos o ninguna otra forma de comunicación con el mundo exterior. En 1855 descubrió y le puso nombre a las cataratas Victoria, hoy parte de la frontera entre Zimbabue y Zambia.

    El mundo entero estaba pendiente de sus aventuras, pero durante más de tres años no se tuvieron noticias suyas. En 1870, el New York Herald Tribune encargó al periodista Henry Stanley que viajara a África para encontrarlo. Livingstone y Stanley protagonizaron una de las anécdotas más conocidas de este periodo: 

   "En 1871 circuló la noticia de que el explorador Livingtone se había perdido en el África central, y Stanley parte en su búsqueda. Después de un largop recorrido y cuando se hallaba en el lago Tanganica, su ayudante africano se acercó gritando ¡un inglés!. En ese encuentro, Stanley pronunció su famosa frase, muestra de la flema británica: "Doctor Livingstone, supongo".
    Sin embargo no consiguió convencerle para que regresara y, tras aprovisionarlo, se separaron cada uno por su camino".