miércoles, 5 de diciembre de 2012

LA PINTURA DEL ROMANTICISMO: CASPAR DAVID FRIEDRICH (1774-1840)




    El Romanticismo es un movimiento cultural que se desarrolló desde el último cuarto del siglo XVIII hasta mediados del XIX. Quizá la definición más sencilla es la que proporcionó Víctor Hugo en el prólogo a su drama Hernani (1830): "El romanticismo (...) no es otra cosa que el liberalismo en literatura". La Libertad es una de las máximas de este movimiento.
    Realmente la mejor manera de entender el Romanticismo es conocer de primera mano sus manifestaciones artísticas: pintura, música, literatura... Hoy vamos a sumergirnos en la pintura.
    Posiblemente el pintor romántico más representativo es el alemán Caspar David Friedrich (1774-1840), que destacó, sobre todo, en los paisajes. Aquí dejo una serie de imágenes de sus principales cuadros:



 






   




     

    Como podéis comprobar, la estética romántica gusta de paisajes de naturaleza desbocada y amenazante; también de ambientes tétricos, solitarios, silenciosos y aislados. La noche y los cementerios, las iglesias góticas en ruinas, el inmenso mar, fascinaban a los románticos. En general los ambientes naturales servían de cobijo a las almas atormentadas de los poetas, que se refugiaban en la naturaleza huyendo de un mundo brutalmente civilizado que repudiaban. Los paisajes naturales, además, reflejaban su estado de ánimo exaltado; o al revés: su estado de ánimo turbulento encontraba la expresión adecuada en entornos naturales como los que podéis ver en los cuadros de Friedrich.



CASPAR DAVID FRIEDRICH (1774-1840). PINTOR ROMÁNTICO ALEMÁN







     Hijo de un fabricante de velas, Friedrich nació en Greifswald, pequeño pueblo situado a la orilla del Báltico. Sus primeras lecciones las recibió de un profesor de dibujo de su ciudad natal. En 1794 se trasladó a Copenhague para continuar sus estudios en la Academia de Bellas Artes. La influencia que los pintores de la escuela danesa causaron sobre su pintura, en especial Jens Juel y Nicolai Abraham Abilgaard, se aprecia a lo largo de toda su carrera. Tras cuatro años de aprendizaje y, un breve periplo a Berlín, se asentó en Dresde, donde se inscribió nuevamente en la Academia. En 1799 expuso por vez primera sus obras en esta institución, a la que siguió presentándose con regularidad hasta 1838. En 1808, realizó para el altar de Tetschen su célebre Cruz en la montaña, hoy en la Gemäldegalerie de Dresde. La obra suscitó violentas críticas y abrió una polémica al considerarse el paisaje un tema poco apto para la oración y el culto religioso. Ésta es además una de sus primeras pinturas al óleo, pues hasta entonces se había dedicado con más asiduidad al dibujo. En 1810 la casa real prusiana adquirió dos óleos del artista, Monje en la orilla del mar y Abadía en el encinar, ambos en la Nationalgalerie de Berlín; siendo elegido en ese año, el 12 de noviembre, miembro de la Academia de Berlín y seis más tarde, de la de Dresde. Durante esta etapa, Friedrich no dejó de viajar, buscando el encuentro con la naturaleza, retornando una y otra vez a su tierra natal. En estos viajes realizó numerosos dibujos y tomó apuntes del natural, recogidos en cuadernos, que le sirvieron como modelo. Hacia 1818 se fecha En el velero, hoy en el Ermitage de San Petersburgo, Dos hombres contemplando la luna, de 1819, en la Gemäldegalerie de Dresde, y Luna saliendo del mar, de 1822, en la Nationalgalerie de Berlín. En esta época se aprecia un cambio en su estilo, las composiciones se hacen menos simétricas y se detecta un nuevo énfasis en las figuras, generalmente en pareja. En 1835 el artista sufrió un ataque de apoplejía que le alejó definitivamente de la pintura, aunque siguió dibujando en tinta sepia y pintando acuarelas. De antes de su enfermedad se fecha una de sus obras maestras: Las edades de la vida, en Leipzig. Murió el 7 de mayo de 1840 y fue enterrado en el cementerio Trinitatis de Dresde


2 comentarios:

  1. Son unos cuadros impresionantes. Y, a la vez, inquietantes. Salud(os).

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    1. es cierto, amigo José Antonio, este pintor es increíble...el silencio predomina en sus cuadros, la soledad, el misterio...me encanta...gracias por comentarlo...adiossss

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