sábado, 9 de septiembre de 2017

BATALLAS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL: VERDÚN (1916).

  
El 21 de febrero de 1916, un millón de soldados alemanes ponían en práctica la táctica de la "guerra de desgaste" ideada por Falkenhayn  y atacaban la fortificada plaza de Verdún.
   Tras meses de encarnizadas batallas, la fiera resistencia francesa, sabiamente gestionada por Pétain quien procuró no "malgastar fuerzas" y "economizar" el número de tropas dispuestas en la zona, consiguió que el ataque alemán apenas consiguiera avances significativos.

   La batalla de Verdún acabó en una especie de empate, eso sí, se llegó a él después de que los franceses tuvieran más de medio millón de bajas y los alemanes en torno a las 450.000. Del millón total de bajas, se estima que la mitad, es decir, medio millón de hombres, perdió la vida en Verdún. 
  Fue la batalla más larga de la Gran Guerra y una de las más sangrientas junto con la batalla del Somme.

AUDIOS:

 1.- La Batalla de Verdún. Choque de Guerreros. Historia y Humanidades. Canal de Historia. (44´56 min)

     La Batalla de Verdún fue la más larga de la Primera Guerra Mundial y la segunda más sangrienta tras la Batalla del Somme. En ella se enfrentaron los ejércitos francés y alemán entre el 21 de febrero y el 19 de diciembre de 1916, alrededor de Verdún, en el nordeste de Francia. El resultado fue un cuarto de millón de muertos y alrededor de medio millón de heridos entre ambos bandos.
    En el terreno donde se llevaron a cabo los enfrentamientos se construyó un memorial donde reposan mezclados los restos de miles de soldados de los dos países que no pudieron ser identificados.




2.-  La masacre de Verdún.



3.- Batallas del siglo XX: La Batalla de Verdún (1916).  Onda Cero. (14´22 min)




POWER POINT:




Fuente: Profesor Miguel A. Barea. IES Saltés (Punta Umbría, Huelva)

VIDEOS:






ENLACES Y PÁGINAS WEB:

Para buscar información sobre esta batalla, podemos consultar interesantes páginas como:

jueves, 7 de septiembre de 2017

MUJERES MALAGUEÑAS: AMALIA HEREDIA LIVERMORE (1830-1902).

   Amalia, décima hija de los doce vástagos del industrial Manuel Agustín Heredia e Isabel Livermore, nació en la casa familiar de la Alameda, entre las calles de Torregorda y Ordóñez, en 1830. Esta ilustre malagueña fue una reconocida mecenas, coleccionista, investigadora y promotora de la cultura y las artes en la España del XIX. 
     Para muchos investigadores, esta malagueña,hija de la Ilustración y de la Restauración, ha sido una de las mejores políticas de la ciudad.
    Fue una mujer de fuerte carácter, muy inteligente, cultísima y muy preocupada por el patrimonio histórico-artístico, no solo de su ciudad, sino también de la España decimonónica. Esta personalidad la llevó a participar en ámbitos donde otras mujeres de su tiempo apenas participaron. 
     Se casó en 1850 con Jorge Enrique Loring, miembro de otra de las grandes familias que vivían en la Alameda (los Loring, los Heredia y los Larios, el llamado "Clan de la Alameda", controlaban la economía, la industria, el comercio, la vida social y cultural de la Málaga del XIX) , en este caso de origen norteamericano. En el viaje de bodas visitaron museos, jardines y monumentos de Francia, Italia, Suiza y Alemania. El matrimonio tuvo  nueve hijos, de los que cuatro murieron prematuramente.
     Tras su boda, el matrimonio se fue a vivir a las afueras de la ciudad, a la residencia de la Concepción, que transformaron, poco a poco, en jardín botánico, por lo que fue la creadora junto a su marido del Jardín Botánico de la Concepción de Málaga, donde reunieron una importante colección de piezas arqueológicas conocida como Museo Loringiano. También apoyó otras obras de calado en su magnífica labor filantrópica, como la fundación del colegio de monjas de la Asunción (donde ser formaban jóvenes de clase alta y media, que hasta entonces eran enviadas a Francia), el Hospital de San Julián y la primera piedra del que habría de ser el futuro Hospital Civil. Su dedicación a las cuestiones de beneficiencia fue grandiosa, siempre respaldando las iniciativas de su cuñada, Trinidad Grund.
     El interés por la arqueología se desarrolló a partir de la adquisición de dos tablas de bronce que habían aparecido en la zona de El Ejido, que contenían las  leyes flavias malacitana y salpensana, hoy en las colecciones del Museo Arqueológico Nacional de Madrid. A partir de entonces, el matrimonio Loring Heredia, "el conocido como clan de la Alameda" fue formando una de las mejores colecciones privadas de piezas arqueológicas de todo el país, sobre todo de época romana.
     En su finca de la Concepción, en la que construyeron un palacete de recreo rodeado de un paradisíaco jardín paisajista, con plantas traídas de todos los continentes, considerado hoy día como el jardín botánico al aire libre más importante de Europa, fueron depositando su maravillosa colección arqueológica.
    Familiar lejana del malagueño Antonio Cánovas, presidente del Gobierno de España, pero sobre todo amiga, traslada junto a su esposo su residencia a Madrid, donde se acrecienta su pasión por la política, organizando importantes tertulias en donde no solían faltar el propio Cánovas, Eduardo Dato, el antequerano Romero Robledo o Francisco Silvela que además de su yerno, casado con su hija Amalia, era el familiar con quien ella se sentía más a gusto y en quien más confiaba.
     En sus últimos años, Amalia vio como la fortuna familiar se iba arruinando, lo que le obligó a vender gran parte de sus posesiones, mientras sufrúia la pérdida de tres de sus hijos, uno de ellos, Manuel, asesinado por una cuestión política en 1891.
     Amalia Heredia murió en 1902, a los 72 años de edad, y sus restos mortales reposan en el panteón familiar de los Heredia en el Cementerio de San Miguel de Málaga.

Imagen:  El Museo Loringiano. Jardines de la Concepción (Málaga). La Opinión de Málaga.


VIDEO: Jardín Botánico de la Concepción (10,06 min)



VIDEO: "Descubre la Concepción" El Jardín Botánico como Recurso Educativo (34,58 min)

MUJERES MALAGUEÑAS. MARÍA ZAMBRANO (1904-1991). FILÓSOFA.

   María Zambrano es la más original y destacada filósofa de los últimos tiempos en España. Discípula de Ortega y Gasset, Zubiri, García Morente y Besteiro, fue una de las figuras capitales del pensamiento español del siglo XX.
   Nació en Vélez-Málaga (1904), donde sus padres ejercían como maestros. La profesión paterna hizo que su infancia y su adolescencia, en las que ya se desveló como una niña despierta e inteligente, transcurrieran en tierras castellanas, concretamente en Madrid y Segovia, ciudad a la que su familia se fue a vivir en 1909. A pesar de abandonar Andalucía cuando era niña, sabemos que se apoderó de ella un sentimiento de desarraigo que le hizo no renunciar nunca a sus orígenes y a reivindicar de forma natural el andalucismo.
    En Segovia nace su hermana Araceli y es donde, a los catorce años, comienza sus estudios de Filosofía y se enamora por primera vez. Ya en la universidad, concretamente en la Universidad Central de Madrid (futura Complutense), seguirá sus estudios de Filosofía, teniendo a maestros de la talla de Ortega y Gasset, García Morente, Zubiri o el catedráctico y dirigente del PSOE, Julián Besteiro. Sus profesores, su padre Don Blas, o sus amigos Antonio Machado o Miguel de Unamuno, tuvieron mucho que ver en la personalidad e ideología de la malagueña.
     Una vez terminados sus estudios, María comienza a dedicarse a la política, participa en las Misiones Pedagógicas, gracias a las que conoce a personalidades de la talla de Cernuda, Miguel Hernández, Cela, R. Gaya, etc., redacta manifiestos y se estrena como profesora en el Instituto Escuela creado por María de Maeztu.
     Colaboradora de revistas como "Cruz y Raya" y "Hora de España" durante los años treinta, su apoyo a la causa republicana le llevó al exilio tras la Guerra Civil. Intelectual, comprometida y consecuente con sus convicciones, ejerció la docencia en varias universidades de México, Cuba y Puerto Rico. Regresó a Europa en 1953, instalándose en Roma y posteriormente en Francia, donde entablará amistad, entre otros, con Albert Camus o René Char. En 1982 fue nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad de Málaga y en 1984, tras casi medio siglo de exilio, retornó a España, siendo nombrada hija predilecta de Andalucía en 1985. Recibió el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1981 y el Premio Cervantes en 1989, primera mujer en recibirlo. Falleció en Madrid en 1991, siendo enterrada en Vélez-Málaga por expreso deseo.
     Discípula de Ortega y Gasset, su pensamiento, cimentado en una vasta erudición y en unos planteamientos filosóficos de gran originalidad, refleja unas profundas raíces cristianas y fue derivando hacia una antropología existencial basada en una original renovación del espiritualismo. En sus textos, de una gran belleza literaria, habla de la razón poética, de la íntima relación entre la vida filosófica y la vida poética. También muestra su preocupación sobre el problema de Dios, sobre la distinción entre lo divino y lo sagrado. Por otro lado, dedicó un amplio espacio en su obra para reflexionar sobre lo español, el problema de España, tema muy recurrente entre los intelectuales exiliados.
    Su obra fue muy abundante, y entre sus libros se pueden destacar los siguientes: Horizonte del Liberalismo (1930), La agonía de Europa (1945), Hacia un saber sobre el alma (1950), El hombre y lo divino (1955), Filosofía y Poesía, Persona y democracia (1958), España, sueño y verdad (1965) y Delirio y destino (1989).    


VIDEO: La primera mujer Premio Cervantes. Reporteros. Canal Sur. (13,42 min.).

   

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