Esta polifacética mujer, que fue actriz, periodista, folclorista,
traductora, escritora y diplomática, una verdadera humanista del siglo XX,
nació en Málaga en 1878, en el seno de una familia acomodada perteneciente a la
alta burguesía de la ciudad. Su padre era un comerciante vasco y su madre era
escocesa de religión protestante. Estudió en el elitista colegio de la
Asunción, donde recibió una formación católica.
Su conocimiento de otras lenguas, le permite trabajar
como profesora de español en la localidad inglesa de Sussex y más tarde como
corresponsal de prensa.
Sin embargo, su espíritu inquieto e independiente hizo que se interesara pronto por el teatro y su deseo de ser actriz. Para tal propósito, Isabel y su madre se marchan a Madrid para que le hagan una prueba a instancias de la actriz, María Tubau a la que conocen en un homenaje que se le concede en Málaga y a la sazón, madre de Ceferino Palencia, crítico de arte con quien Isabel se casa en 1909, matrimonio del que nacerán dos hijos. Debuta en el teatro con la obra Pepita Tudó.
Su labor de actriz, la alterna con la de
corresponsal de la revista inglesa Laffan News Bureau y con la
de colaboradora del periódico The Standard. Igualmente edita junto
a su hermana y una amiga, una revista, La dama y la vida ilustrada y
se inicia como conferenciante en el Ateneo madrileño, tratando en sus charlas
de temas folclóricos, sobre la situación de la mujer y las clases obreras, etc.
Sin embargo la compañía teatral de María Tubau y Ceferino Palencia quebró al
poco tiempo, lo que obligó a Isaber Oyarzábal a interrumpir su apenas iniciada
carrera de actriz.
Fruto de su creciente conciencia social y feminista, se
afilió a la Asociación de Mujeres Españolas y al Partido Socialista, y desde
1918, participó activamente en organizaciones feministas (recordemos que en sus
estancias en Inglaterra conoció de cerca el movimiento sufragista). Dos años
después acudió como representante española al Congreso de la Alianza
Internacional para el Sufragio de la Mujer, celebrado en Ginebra. Presidió el
Congreso Supremo Feminista en España y en 1926 fue una de las fundadoras del
Lyceum Club Femenino de Madrid, compartiendo la vicepresidencia con otra
malagueña, Victoria Kent. Fue una de las grandes luchadoras en pro del voto
femenino en España.
El matrimonio estuvo muy comprometido con la II
República, desempeñando varios cargos políticos. En octubre de 1936, una vez
estallada la guerra, fue nombrada embajadora en Suecia y en los países
nórdicos. También fue conferenciante por distintos países del mundo, Canadá,
EEUU, Reino Unido, etc. Tras el fin de la guerra, Isabe y su marido se
exiliaron a México, donde ella continuó su labor de traductora y escritora. En
sus libros, donde firmaba como Isabel de Palencia, escribió sobre distintos
temas: psicología infantil, folclore español, gastronomía, biografías, etc.
Escribió, entre otros: Rescoldos de Libertad, El alma del niño (1921), El
traje regional español (1926), Hambre de libertad. Memorias de
una embajadora republicana (1940), Smouldering Freedom. The
Story of the Spanish Republicans in Exile (1945) y En mi
hambre mando yo (1956), su obra más destacada. Igualmente,
participó en la Unión de Intelectuales Españoles y en la Unión de Mujeres
Españolas. Fue la única mujer que formó parte de la Comisión Permanente contra
la Esclavitud de la Sociedad de Naciones, organización precursora de la ONU.
Murió en México en 1974 sin ver cumplido su mayor deseo, regresar a España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario