2.- Albert Einstein. Presentación realizada por la alumna María Muñoz Romero (1ºESO). Taller de Lectura.
Blog del profesor José Luis Trujillo Rodríguez. I.E.S. Los Colegiales (Antequera, Málaga). 4ºESO
viernes, 16 de noviembre de 2018
LECTURA "MIS PEQUEÑOS HÉROES". BIOGRAFÍAS Y VIDAS. TALLER DE LECTURA.
2.- Albert Einstein. Presentación realizada por la alumna María Muñoz Romero (1ºESO). Taller de Lectura.
domingo, 11 de noviembre de 2018
CENTENARIO DEL FINAL DE LA GRAN GUERRA (11 DE NOVIEMBRE DE 1918 - 11 DE NOVIEMBRE DE 2018). NOTICIAS Y ESPECIALES.
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL. Especial de El Mundo.
http://www.elmundo.es/especiales/primera-guerra-mundial/
Gráfico de la Gran Guerra. El Mundo (Pulsa sobre la imagen)
RECURSOS DEL DIARIO EL PAÍS.
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL. Especial de El País.
http://elpais.com/agr/especial_europa_vi/a
15 IMÁGENES QUE RESUMEN LA GRAN GUERRA (pulsa la imagen)
ESPECIAL "100 AÑOS DEL FINAL DE LA GRAN GUERRA". LA VANGUARDIA. (Pulsa la imagen)
lunes, 15 de octubre de 2018
LA CIENCIA EN EL SIGLO XVIII. PRESENTACIONES ALUMNADO 4º ESO.
2.- Nazaret Cortés Espinosa (4º ESO-C). El pararrayos y Franklin.
3.- Laura Aguilera Campos (4º ESO-C): E. Jenner y la vacuna de la viruela.
4.- Alba Xiu Mejías Aguilera (4º ESO-A). Edmund Halley.
5.- Paula Benítez López (4º ESO-A)
6.- Ángel Pérez Godrid (4º ESO-A). Alessandro Volta y la pila eléctrica.
7) Ana Pérez Díaz (4º ESO-A): Lavoisier, el padre de la Química.
8) María Varo García (4º ESO-C). La hiladora de Hargreaves (siglo XVIII).
9) Helena Romero Becerra (4º ESO-A). Jean-Baptiste Lamarck, naturalista francés.
José Luis Trujillo Rodríguez
jueves, 11 de octubre de 2018
ESTUDIO DE CASO: LA SOCIEDAD ESTAMENTAL. LA NOBLEZA.
Año
de 1679, Antequera.
En 1679, la ciudad de Antequera, contaba
con unos 8000 habitantes. En ella vivía nuestro personaje, Juan, un agricultor
de la zona.
Juan era un campesino antequerano que
contaba con 35 años. Habitaba en la vega de Antequera, en una modesta casa de
campo o cortijo constuido con paredes de piedra y techos de madera recubiertos
de piedras planas de pizarra y barro mezclado con paja. Su casa tenía tres
habitaciones: una cocina con una antigua chimenea, donde se cocinaba la comida
y se reunía la familia, un gran pajar, donde estaban los animales de la granja
(un burro que ayudaba en las tareas del campo, varias gallinas de las que
aprovechaban los huevos, y una vieja vaca, que aún ordeñaban para la leche), y
un gran dormitorio, con camas de madera recubiertas de antiguos colchones
rellenos de paja y plumas, que lo compartían todos los miembros de la familia.
La familia de Juan era numerosa, y estaba compuesta
por él, su esposa María y sus seis hijos. Aunque eran 6 los pequeños y tenían
una edad entre los 3 años y los 15, María, su mujer, había perdido a dos hijos,
una niña con tres días de vida y a un pequeño con 5 años de edad.
Los niños ayudaban en las tareas domésticas
y en el trabajo del campo desde una edad temprana, contribuyendo así al
sustento de la familia. A pesar de las dificultades económicas, la familia de
Juan estaba unida y se apoyaba mutuamente en las alegrías y las penas de la
vida cotidiana. Eran todos analfabetos, aunque una de las hermanas, Lucía,
quería aprender a leer.
Trabajaban todos en los campos cercanos a
la casa y al río, el Guadalhorce, y lo hacían de sol a sol, desde que amanecía
hasta el atardecer. Solo descansaban para rezar a las 12 de la mañana y a la
hora de la comida. Los cultivos que Juan cultivaba en sus tierras variaban
según la temporada. Durante la primavera y el verano, sembraba alfalfa, trigo y
cebada, mientras que en otoño recolectaba las uvas de sus escasas vides con las
que producían un poco de vino que vendían en el mercado de la ciudad, muy cerca
de la antigua alcazaba árabe. Las técnicas agrarias que empleaba incluían el
uso del arado tirado por el burro viejo, la rotación de cultivos y el riego
manual utilizando las acequias excavadas cerca del río. Contaban también con un
pequeño huerto donde tenían plantadas algunas hortalizas como las lechugas, las
zanahorias y los rábanos.
Con el trigo que obtenían hacían el pan.
Para ello debían acudir a un molino cercano que estaba a las orillas del
Guadalhorce. Por moler el grano debían dejar al dueño del molino un saco de
harina grande, pero al menos podían llevar la harina obtenida al horno de la
iglesia cercana, para hacer el pan, uno de los alimentos principales de la
familia.
Así era el día a día de la familia de
agricultores. Trabajaban todos los días, atentos al tiempo atmosférico que
podían encontrar y que podía dañar sus cultivos. Eso, en la vida de una familia
de campesinos, podía ser terrible, ya que sin cosecha su vida podía correr
peligro y el hambre podía afectar incluso a la vida de su familia.
Sin embargo, un día a la semana sí
descansaban, los domingos, día de descanso y celebración religiosa. Juan
asistía a misa en la iglesia del pueblo junto con su familia. Allí escuchaban
al cura hablar de Jesucristo. Eran todos muy creyentes y no faltaban a misa
ningún domingo. Después, compartían con los vecinos un almuerzo sencillo a base
de pan, queso, aceitunas y algo de carne, y por la tarde disfrutaban del campo,
los niños jugaban con otros amigos y Juan y María paseaban por la orilla del
río, donde se reunían con los vecinos y hablaban de sus temas. Solían merendar
todos juntos con los pasteles que hacían las mujeres y sus hijas, hechos de
almendras, higos y queso.
La dieta de la época, de una familia de
campesinos, era bastante pobre, y se componía de alimentos locales y con una
variedad escasa. Aprovechaban los productos obtenidos de la tierra, de su
cosecha, y de los que podían adquirir en el mercado cercano. El pan era el
alimento básico en la dieta de los campesinos. Se elaboraba principalmente con
harina de trigo o de otros cereales disponibles localmente. El pan podía
consumirse en diferentes formas, desde pan blanco hasta pan integral,
dependiendo de los recursos disponibles y el estatus socioeconómico del
campesino. Luego era importantes las legumbres, como los garbanzos, las
lentejas y las judías, que eran una importante fuente de proteínas y nutrientes
en la dieta de los campesinos. Las verduras, como las cebollas, los ajos, las
zanahorias, las espinacas y los rábanos, también eran consumidas regularmente y
se utilizaban en guisos, sopas y ensaladas. El aceite de oliva era utilizado
como grasa de cocina en la mayoría de los platos. Se obtenía de la prensa de
aceitunas cultivadas localmente y se utilizaba para freír, aderezar ensaladas y
cocinar diversos alimentos. Consumían frutas frescas, como las manzanas, las
peras, las uvas, los higos y las ciruelas, y también se utilizaban para hacer
mermeladas y conservas. Los frutos secos, como las almendras y las nueces,
proporcionaban una fuente adicional de nutrientes y energía. Los campesinos que
tenían acceso a ganado podían consumir leche, queso y mantequilla frescos
producidos en su propia granja o adquiridos a través del trueque con otros
agricultores o comerciantes locales. La carne y el pescado no eran consumidos
con tanta frecuencia como en las clases sociales más altas debido a su costo y
disponibilidad limitada. Sin embargo, los campesinos ocasionalmente consumían
carne de cerdo, pollo o cordero criados en su propia granja, así como pescado
fresco si vivían cerca de ríos o lagunas, como el caso de Juan, que pescaba en
el Guadalhorce junto con otros vecinos y sus propios hijos varones. Bebían
fundamentalmente agua, que obtenían de una fuente situada a 3 kilómetros, y
vino, que obtenían de su propia cosecha de uvas.
La vestimenta de la familia de Juan también
era muy pobre, pues solo contaban con dos mudas semanales. Juan vestía camisa
de lino, de manga larga y cuello abierto, un jubón de lana que llevaba sobre la
camisa y unos calzones anchos hasta la rodilla, también de lana. Llevaba medias
para cubrir sus piernas y unos zapatos de cuero comprados en el gremio de la
cuesta de los Zapateros, cerca de la alcazaba. Llevaba un sombrero de ala
ancha, sobre todo los domingos, y los típicos sombreros de paja, si estaba en
el campo. En invierno se cubría de capa larga y marrón, hecha de lana por
María.
María vestía también una camisa larga con encajes, y una falda larga ajustada, con un corpiño que le cubría la camisa y un delantal de cuadros que había heredado de la abuela y que estaba tejido con fibra de lino. Se solía cubrir la cabeza con un pañuelo, sobre todo para protegerse del sol, aunque usaban todos unos sombreros de paja hechos por el tío Paco, artesano muy destacado del barrio de San Juan.
A pesar de su dedicación al trabajo en el
campo, Juan era analfabeto, al igual que muchos otros campesinos de la época.
Su educación se limitaba a lo aprendido de sus padres y la experiencia
adquirida en el trabajo diario. Conocía perfectamente las estaciones y la época
de siembra y recolección, las crecidas del Guadalhorce y los tiempos donde el
clima podía dañar la cosecha. Sabía contar, pues su padre le enseñó lo básico,
para poder intercambiar productos o comprar con unas monedas en el mercado.
Antequera contaba con un mercado en la
plaza Alta, junto a la iglesia colegial de Santa María y el castillo. En ese
mercado se intercambiaban todo tipo de productos, sobre todo de la artesanía y
el campo locales. Se podían adquirir frutas frescas (uvas, higos, melocotones,
etc.), verduras y hortalizas, legumbres como lentejas o garbanzos, aceitunas y
aceite y vino de la tierra. El pan, el queso o los huevos frescos eran también
muy demandados. Había puestos de tejidos y textiles, donde se vendían mantas,
ropajes y telas de los sastres locales, utensilios de cocina, aperos de
labranza y cerámica y alfarería muy variada (ollas, vajillas, velas, etc.).
También se podía comprar carne fresca (cerdo, pollo, cordero o vaca), obtenida
de los mataderos locales, y pescado que solían traer los mercaderes de Málaga
el domingo muy temprano.
Como hemos visto, la vida de un campesino en la España del siglo XVII era muy dura, dependiendo de las inclemencias del tiempo podía perder su cosecha, pasar hambre y morir. Veía morir a familiares, sobre todo a sus propios hijos. Trabajaba a diario, de sol a sol, sin casi descanso. Era analfabeto y vivía en la pobreza. No tenía apenas entretenimiento, pues solo acudía alguna vez que otra a una venta o taberna cercana a hablar con sus vecinos y beber vino.
Pasamos por el puente
de la ciudad en nuestro carruaje, y míseros campesinos que ya pagaron sus
impuestos están pasando por él para ir a unas tierras que están al otro lado.
“Esta gente es la escoria, lo único que hacen es comportarse como animales,
trabajando para nosotros. No saben absolutamente nada, y los que se creen que
tienen algo que hacer a día de hoy, los burgueses, son todavía más ineptos”,
pensé, para mí mismo. Continuamos por un camino situado entre el bosque, en el
que voy a cazar una o dos veces por semana. Por supuesto, no permito que nadie
esté invadiendo mi espacio de caza.Composición realizada por la alumna de 4º A, Ángela Cortés García IES José Saramago.
Me llamo Ángela Cortés y pertenezco a la nobleza sevillana. Tengo 20 años y os voy a contar un día de mi vida que recuerdo especialmente bien: el día que conocí a mi actual marido.
La luz intensa de la mañana
traspasa las cortinas de seda y lentamente abro los ojos. Ya no me sorprendo al
no ver a mi marido despertar conmigo. Me levanto y aparecen mis criadas para
vestirme y arreglarme. Traen un vestido blanco con flores rosa claro bastante
ajustado de cintura y con una falda larga y pesada.¡¡¡Felicidades, Paula!!!
REDACCIÓN: Un artesano de la Antequera del siglo XVII.
Texto del alumno David Padilla Muñoz (4º A)
Me presento, soy David Padilla, de familia
noble en la ciudad de Sevilla. Le escribo para detallarle cómo es mi vida, puesto
que alguien con tales riquezas no suele pasar desapercibido ante la muchedumbre.
Muchas personas, entre las cuales están campesinos y burgueses
"critican" nuestra vida rodeada de lujos; teniendo alimento
suficiente y sin la obligación de pagar impuestos como hacen ellos. Claro está
que entiendo de estos menesteres, debido a que recientemente tuvimos una fiesta
en un palacete a las afueras de la ciudad y “podíanse” oír los murmullos de
aquellos desgraciados envidiosos mientras realizaban tareas del campo; porque
ninguno de ellos tendría suficiente valor como para criticar a la nobleza en el
centro de la capital.DAVID PADILLA MUÑOZ ¡FELICIDADES!
Texto realizado por la alumna: Carmen Lucía Pérez Patricio (4º ESO):
¡¡FELICIDADES, CARMEN!!
Texto realizado por la alumna Laura García Solís (4º A).
Amanezco una mañana más en una villa del sur de España, en Sevilla para ser más concretos.
Trabajo realizado por la alumna Celia Ojeda Torres, 4º A.
ENHORABUENA, CELIA, MUY BUEN TRABAJO!!!
AMPLIACIÓN / DOCUMENTACIÓN: Muy interesante, para investigar previamente sobre el papel de la nobleza en la sociedad del Antiguo Régimen, la entrada del blog Socialeshelp de la profesora Lola Alberdi (IESO Sierra la Mesta, Santa Amalia, Badajoz).
domingo, 27 de mayo de 2018
martes, 22 de mayo de 2018
jueves, 3 de mayo de 2018
TRABAJOS II GUERRA MUNDIAL 4º ESO. 2018.
1.- Eje cronológico de la II Guerra Mundial. Marta Casasola. 4º ESO-A.
2.- Presentación película "Hasta el último hombre". Nuria Rodríguez, Janira Rodríguez, Noemí Rosales y Ana Muñoz. 4º B.

viernes, 20 de abril de 2018
martes, 10 de abril de 2018
jueves, 1 de marzo de 2018
domingo, 21 de enero de 2018
PROYECTOS TEMA 4: LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX. 4º ESO.
1.- La Ruta de Washington Irving. 4º A. Mapa interactivo. Thinglink.
Pablo Alarcón, Marta Casasola, Malena Cortés y Ángela Cortés. 4º ESO -A. 2018
2.-
3.- Goya. 4º A. Vídeo.
Jacob Aguilar, José Carvajal, Francisco Cuesta. 4º ESO-A.
4.-Isabel II. Vídeo. Samuel Torres, Lorena Frasacco, Esther Aragón.
Isabel II on PhotoPeach
5.- Concepción Arenal. Ángela Cortés. 4º A.
Otro documento sobre Concepción Arenal, esta vez de Marta Casasola (4º A):
















