Como consecuencia de las grandes transformaciones económicas derivadas de la revolución industrial, se produjeron también significativos cambios en la cultura y en las costumbres.
De esta forma, a mediados del siglo XIX se desarrolló una nueva corriente cultural, el Realismo, que dominó tanto en literatura como en pintura.
En este apartado, nos dedicaremos exclusivamente a la PINTURA.
1.- Características Generales.
Durante la segunda mitad del XIX asistimos a cambios importantes en el mundo del arte. El Romanticismo había abierto las puertas hacia una pintura más libre y abierta a nuevos temas. Los cambios sociales derivados de la Revolución Industrial, así como las revoluciones políticas que jalonan gran parte del siglo, influyen poderosamente en los artistas, que se cuestionan su papel dentro de este proceso de transformaciones.
La pugna entre academicismo y ruptura marca todo el siglo, en especial el uso que los pintores (verdaderos paradigmas del nuevo "artista") harán del color, la textura y la luz.
Ya sabemos que Goya explora nuevos territorios, y que de sus obras derivan muchos de los caminos que encierra el siglo XIX para el arte.
La pintura realista, como veremos, no aporta nada sustancial en los aspectos formales; su significado reside, sobre todo, en los temas elegidos y en la manera en que éstos son tratados.
El realismo reivindica el apogeo de la realidad, la importancia de los temas cotidianos tratados de un modo objetivo sin idealización ni pintoresquismo, frente a los grandes temas del pasado- religión, mitología, alegoría, historia...- .
En este sentido el romanticismo les ha abierto las puertas al haber insistido tanto en el paisaje, sin mitos, y en lo popular.
En realidad lo escandaloso de los realistas está en los temas, la manera que tienen de afrontar la realidad ya que la técnica es más tradicional.
Se niegan a idealizar las imágenes y el hombre aparece en sus tareas normales. El gusto burgués mira con añoranza las realizaciones más frívolas del arte del Antiguo Régimen y la aparición de las obras de Courbet suponen un provocador revulsivo.
Otras características son: Composiciones sin teatralidad ni pose afectada, gestos heroicos o atormentados; importancia del dibujo y acabados con detalles muy cuidados, exceptuando Daumier.
2.- Los pintores realistas.
Courbet (1819-1877) . Considera función de la pintura reproducir la realidad tal como es, libre de todo prejuicio filosófico, moral, político o religioso. Obras importantes son El estudio del pintor y Un entierro en Ornans.
Daumier (1808-1879).
Realiza grabados y litografías y caricaturas que critican la hipocresía
de la monarquía de Luis Felipe. En la pintura al óleo utiliza una
pincelada enérgica que da la sensación de abocetamiento. Sus temas
reflejan el compromiso y la solidaridad con las clases humildes. como en
La lavandera o en el Vagón de tercera.
Millet (1814-1875).
Es el primer pintor que nos presenta
como exclusivo protagonista de un cuadro al trabajador, pero siempre en
actitud resignada y paciente como en el Angelus o El sembrador.
El Paisaje realista
. El principal artífice del cambio fue Corot y tras él la escuela de Barbizon,
cuyos pintores intentan plasmar en la tela la realidad del paisaje
francés. Corot no se deja llevar por la interpretación de la naturaleza
propia de los románticos, sino que ve la naturaleza tal como es, no tal
como se la imagina. Los paisajes de Corot captan el instante, la luz
huidiza, la atmósfera que sabemos que cambia según las horas. Obras
importantes son La catedral de Chartres y El puente de Nantes.
OBRA PICTÓRICA DE GUSTAV COURBET (1819-1877)
EL REALISMO. PINTURA (www.educatina.com)
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