La
industrialización supuso una mayor disponibilidad de alimentos. Ello repercutió
en un descenso de la mortalidad y un fuerte aumento de la población. Ésta se concentró
en ciudades, que fueron creciendo con las oleadas de inmigrantes procedentes de
las zonas rurales, atraídos por el trabajo en las industrias. A ello contribuyó
el gran desarrollo de los transportes (ferrocarril y más tarde el automóvil).
El
crecimiento de las ciudades no fue acompañado de una planificación urbana, de
ahí la carencia de servicios básicos: agua corriente, alcantarillado, etc. La
falta de higiene era absoluta.
La urbe se extiende a través de las vías de
comunicación. Las murallas son derribadas siendo sustituidas por bulevares. La
invención por Otis del ascensor permite el crecimiento en altura
(rascacielos).
La urbe se divide en zonas:
-
Un centro con zonas residenciales
lujosas y actividades comerciales y administrativas.
-
Un ensanche para la burguesía con
trazado regular, viviendas de calidad y nuevas comodidades (empedrado,
alumbrado, canalizaciones, etc.).
La burguesía vivía en elegantes barrios que fueron progresivamente mejorando
sus servicios de alcantarillado, agua potable, iluminación y pavimentado. Surgieron
los grandes y amplios bulevares destinados al paseo. Hacía una intensa vida
social y acudía a los cafés, al teatro, la ópera, los casinos o los cabarets.
-
Las zonas exteriores ocupadas por las
industrias, instalaciones de transporte pesado y barrios de obreros (llamados slums en Gran Bretaña), mal
estructurados, con escasos equipamientos e infraviviendas, focos de
marginalidad y de conflictividad social. Su principal característica era el
máximo aprovechamiento del espacio, traducido en pequeñas viviendas, hacinadas,
que carecían de luz y ventilación necesaria, además de que carecían de
infraestructura y equipamiento hidráulico y sanitario. Con estas condiciones,
las ciudades industriales tenían altos índices de mortandad infantil, pues su
ambiente constituía un factor que propiciaba la propagación masiva de
enfermedades. La distracción principal de los proletarios industriales consistía en acudir a la taberna, en
tanto las mujeres atendían las faenas domésticas. La mejora de sus salarios les
permitió acudir a espectáculos como el fútbol o el boxeo.
La ciudad de Londres
En el siglo
XIX, Londres era la ciudad más populosa del mundo. Había pasado de casi un
millón de habitantes en 1800, a poco menos de cinco millones de habitantes a
finales de siglo.
La City
londinense era el centro regulador del mercado financiero mundial, con su Bolsa
de valores y la sede de las grandes sociedades, en particular de navegación y
de seguros.
Los muelles
de Londres constituían el más amplio almacén del mundo, con las mercancías más
diversas y ricas, y los barrios del East End albergaban a una enorme población
que trabajaba en el puerto, la marina y las industrias de transformación.
Hay testimonios muy descriptivos de las primeras ciudades
industriales, destacando, entre otros, los del novelista Charles Dickens en su
obra Tiempos difíciles.
- Los trabajadores vivían hacinados
en pequeñas y míseras casas. Su principal pasatiempo consistía en acudir a la
taberna, en tanto las mujeres atendían las faenas domésticas. La mejora de sus
salarios les permitió acudir a espectáculos como el fútbol o el boxeo.
- La burguesía vivía en elegantes
barrios que fueron progresivamente mejorando sus servicios de alcantarillado,
agua potable, iluminación y pavimentado. Surgieron los grandes y amplios
bulevares destinados al paseo. Hacía una intensa vida social y acudía a los
cafés, al teatro, la ópera, los casinos o los cabarets
De esta manera, en el S.XIX, se produjo un intenso proceso de urbanización en Europa. Si en 1800 solo el 10% de los europeos vivía en ciudades, a finales del siglo XIX lo hacían casi un 50%. El número de ciudades y su tamaño crecieron enormemente. Si a comienzos de la centuria no había ninguna ciudad en el mundo que superara el millón de habitantes, a finales del siglo XIX ya había 12 ciudades que lo superaban con creces.
De esta manera, en el S.XIX, se produjo un intenso proceso de urbanización en Europa. Si en 1800 solo el 10% de los europeos vivía en ciudades, a finales del siglo XIX lo hacían casi un 50%. El número de ciudades y su tamaño crecieron enormemente. Si a comienzos de la centuria no había ninguna ciudad en el mundo que superara el millón de habitantes, a finales del siglo XIX ya había 12 ciudades que lo superaban con creces.
TEXTOS HISTÓRICOS
Para hacernos una idea del aspecto que tendrían las ciudades europeas transformadas por la aparición de la industria, en la Primera Fase de la Revoculicón Industrial, podemos consultar estos textos:
1) Texto de Engels, de su obra Situación de la clase obrera en Londres:
“(Las ciudades) Son casi enteramente barrios obreros interrumpidos sólo por fábricas y por algunas calles distinguidas cuyas partes principales están formadas por comercios y por algunas vías donde están construidos, a modo de villa, los jardines y las casas de los fabricantes. Las mismas ciudades están construidas mal e irregularmente, con corrales, calles y callejones sucios y llenos de humo, y especialmente por su aspecto parecen inhabitables, construidas como están con ladrillos originariamente rojos, con el tiempo ennegrecidos por el humo [...] En general, los sótanos están habitados; estos subterráneos se construyen en todas partes, donde es posible, y en ellos habita una parte muy notable de la población.”
2) La ciudad de Londres. Flora Tristán (1849): Paseos por Londres.
“Londres tiene
tres partes bien diferenciadas: la City, el West End y los barrios periféricos.
(…) La City es el casco antiguo, que conserva un gran número de calles
estrechas, mal alineadas, mal edificadas y las orillas del Támesis están
abarrotadas de casas. La mayoría de sus habitantes son comerciantes que cuidan
con esmero sus prósperos comercios (…).
En el West End
se encuentra la corte, la alta aristocracia, el comercio elegante, los
artistas, la nobleza de provincias. Esta parte de la ciudad es soberbia; las
calles están bien construidas, las calles, bien alineadas, aunque excesivamente
monótonas. Las mujeres se pasean por ellas lujosamente vestidas (…).
Los barrios del
nordeste y del sudeste son, a consecuencia de los bajos precios de las
viviendas, habitados mayoritariamente por obreros, prostitutas y toda una turba
de hombres que la falta de trabajo y los vicios de todo tipo convierten en
vagabundos, o que la miseria y el hambre fuerzan a la mendicidad o a la
criminalidad. Allí se encuentran estas pandillas de niños que salen cada noche
de sus madrigueras para asaltar la ciudad, donde se entregan al crimen muy
seguros de librarse de la policía, que es insuficiente para un territorio tan
inmenso.”
3) Descripción de la ciudad industrial. Charles Dickens, Tiempos difíciles.
AUDIO SOBRE LA CIUDAD INDUSTRIAL. Historia y Humanidades.
“Era una ciudad de ladrillos
colorados, o más bien de ladrillos que habrían sido colorados, si el humo y las
cenizas lo hubiesen permitido; pero tal como estaba, era una ciudad de un rojo
y de un negro poco natural, como el pintado rostro de un salvaje. Era una
ciudad de máquinas y de altas chimeneas, de donde salían sin descanso
interminables serpientes de humareda, que se deslizaban por la atmósfera sin
desenroscarse nunca del todo. Tenían un canal obscuro y un arroyo que llevaba
un agua enturbiada por un jugo fétido, y existían vastas construcciones,
agujereadas por ventanas, que resonaban y retemblaban todo el santo día,
mientras el pistón de las máquinas de vapor subía y bajaba monótonamente, como
la cabeza de un elefante enfermo de melancolía. Contaba la ciudad de varias
calles grandes, que se parecían entre sí, y de infinitas callejuelas aún más
parecidas unas a otras, habitadas por gentes que se parecían igualmente, que
entraban y salían a las mismas horas, que pisaban de igual modo, que iban a
hacer el mismo trabajo, y para quienes cada día era idéntico al anterior y al
de después, y cada año el vivo reflejo del que le había precedido y del que iba
a seguirle”.
AUDIO SOBRE LA CIUDAD INDUSTRIAL. Historia y Humanidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario