"Tenéis
el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no
tenéis el Derecho Natural, el Derecho fundamental que se basa en
el respeto de todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder;
dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis
seguir detentándolo...."
( Clara Campoamor, en el Congreso
de Diputados el 1 de octubre de 1931.)
Para tratar algún aspecto sobre su vida, os dejo aquí algunos testimonios suyos:
«Yo no advine a la República
ni el 14 ni el 16 de abril. Me he formado en el clima paterno, de un hombre
que batalló en las épocas difíciles de Menéndez
Pallarés, Castrovido y Pi y Arsuaga. Durante la Monarquía
ni tuve contactos ni acepté mercedes. Cuando en 1927 la Academia
de Jurisprudencia me brindó, como a don Enrique Moret, la Gran Cruz
de Alfonso XII –que varios republicanos, seguramente de los que no votaron
a mi favor, lucieron y arrumbaron cuidadosos después- como corolario
al premio extraordinario anual, rechacé la distinción. En
la Dictadura ni acaté órdenes injustas ni acepté conexiones:
cuando el dictador dio al Ateneo una Junta de real orden y en ella incluyó
mi modesto nombre de ateneísta constante desde 1916, rechacé
el nombramiento, con la consecuencia indirecta de tener que pedir la excedencia
de mi cargo de Instrucción Pública perdiendo cien puestos
en el Escalafón, que no recobré después; y cuando
el Sr. Aunós, ministro de Trabajo de la Dictadura, quiso injertar
en sus Comités paritarios la modernidad de savia femenina, ofreciendo
a tres abogadas en Madrid, Victoria Kent, Matilde Huici y yo, tres flamantes
nombramientos de asesores en otros tantos organismos, yo, con Matilde Huici,
rehusé el fructífero honor, que otros sirvieron».
De
la amplía actividad que desarrolla, destacaremos sus conferencias
en la Universidad de Madrid y en la Academia de Jurisprudencia; el prólogo
de Feminismo Socialista libro de la militante del PSOE, María Cambrils;
la fundación de una Agrupación Liberal Socialista,; junto
con otros miembros de la Escuela Nueva, trabaja en el grupo que daría
origen al partido de Azaña (Acción Republicana) que abandona
habiendo pertenecido a su Consejo Nacional; tras la rebelión de
Jaca (en la que centenares de republicanos se encuentran encarcelados)
Clara Campoamor asume la defensa de los procesados en San Sebastián;
por último funda y preside la Agrupación Unión Republicana
Femenina.
En 1930 un periódico
le pregunta sobre sus ideas políticas y contesta: «República,
república siempre, la forma de gobierno más conforme con
la evolución natural de los pueblos».
En cuanto a su defensa del
sufragio y los derechos de la mujer, su voz se oiría con fuerza
en el hemiciclo del Congreso para defender que no había ni razón
ni justicia capaz de negar tal derecho a la mujer y que era labor de unas
constituyentes progresistas el reconocerlo. No siendo posible negar con
argumentos, alguno de ellos escuchados con anterioridad en relación
al sufragio masculino, (cuando el derecho a voto había sido reservado
solo para los propietarios), este derecho innato a la propia naturaleza
humana y su realización dentro del estado.
Así leemos en El voto
femenino y yo, «En la defensa de la realización política
de la mujer sustenté el criterio de ser su incorporación
una de las primeras necesidades del Régimen, que si aspiraba a variar
la faz de España no podría lograrlo sin destruir el divorcio
ideológico que el desprecio del hombre hacia la mujer, en cuanto
no fueran íntimos esparcimientos o necesidades caseras, imprimía
a las relaciones de los sexos».
Finalizaremos con un párrafo
del que significamos sus reflexiones, tanto solidarias con su sexo como
su conciencia de no ser ella merecedora por sí sola de derechos,
sino exigiéndolos para todas las mujeres.
«Defendí en Cortes
Constituyentes los derechos femeninos. Deber indeclinable de mujer que
no puede traicionar a su sexo, si, como yo, se juzga capaz de actuación,
a virtud de un sentimiento sencillo y de una idea clara que rechazan por
igual: la hipótesis de constituir un ente excepcional, fenomenal;
merecedor, por excepción entre las otras, de inmiscuirse en funciones
privativas del varón, y el salvoconducto de la hetaira griega, a
quien se perdonara cultura e intervención a cambio de mezclar el
comercio del sexo con el espíritu».
Fuente: "La Verdad" - Artículos de Albacete.
BIOGRAFÍAS DE CLARA CAMPOAMOR
http://es.wikipedia.org/wiki/Clara_Campoamor
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/campoamor_clara.htm
http://www.gibralfaro.uma.es/biografias/pag_1472.htm
http://sufragiomujer.blogspot.com.es/2006/10/biografa-de-clara-campoamor.html
http://mujeresquehacenlahistoria.blogspot.com.es/2009/07/siglo-xix-clara-campoamor.html
AUDIOS DE CLARA CAMPOAMOR (1888-1972)
1.- Clara Campoamor. Grandes Mujeres de la Historia de España. Historia y humanidades. (13:08 min)
A ningún político de ninguna época, a ningún diputado o representante del
pueblo debe tanto la democracia en España como a
Clara Campoamor. Le debemos nada menos que el sufragio universal, idea aparentemente muy admitida pero que, para hacerse realidad, precisa que
las mujeres tengan los mismos derechos electorales que los hombres,
durísima tarea que ha consumido en casi todos los países las energías de
varias generaciones de mujeres y hombres amigos de la igualdad. En el
nuestro, se consiguió de golpe, sin aparente esfuerzo, porque el
esfuerzo lo hizo una persona sola.
2.- Recordamos a Clara Campoamor, defensora de los derechos de la mujer. Cadena SER. (16 min)
3.- Mujeres en la Historia: Clara Campoamor. Documental de TV. (47,34 min)
Documental de televisión, que narra la historia de Clara Campoamor (1888 -1972), quien después de trabajar como modista, dependienta y empleada de
Telégrafos, cursó estudios de Derecho, consiguiendo ingresar en 1.924 en
la Real Academia de Jurisprudencia, haciendo constar, desde el primer
momento, que desea ejercer inmediatamente.
VIDEOS DE CLARA CAMPOAMOR
1.- Sobre el sufragio femenino. Clara Campoamor.
2.-Clara Campoamor y Victoria Kent. La Rosa de los Vientos. J. A. Cebrián
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